Manuel Capdevila. Joyero de profesión, pintor por vocación

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Manuel Capdevila

El artículo de M. Àngels Canut

publicado en el Periòdic de Andorra

en 16 Mayo de 2006

El periódico de Andorra

MANUEL CAPDEVILA

Manuel Capdevila nacido en 1910 murió en Barcelona, ciudad donde nació, el pasado 18 de abril. Joyero de profesión y pintor por vocación, alternó ambas actividades artísticas a lo largo de su vida.

Con motivo de la primera edición del Circuit’Art, arte y joya que se celebro en Andorra la Vella, la galería Carmen Torrallardona presenta una exposición de pintura y joyería del artista el noviembre pasado.

Desde , los años treinta, la joyería de Manuel Capdevila era recibida con interés por la sociedad catalana, un reconocimiento que ultrapasó fronteras. Las joyas y los objetos tempranos de orfebrería eran el resultado de un proyecto íntimo cargado de sentimiento y significación que buscaba la dignificación de la joya.

A pesar de los años de la Guerra Civil, perseveró en este proyecto y, desde París, donde residió durante los años de la contienda, siguió con firmeza su ideario: allí realizó unos broches de plata y laca japonesa postcubistas, en colaboración con el lacador Ramon Sarsanedas que hoy forman parte de la colección del Museo Nacional d’Art de Catalunya juntamente con la Corona Kolbe.

Los broches fueron expuestos en el Salon d’Automne de París en 1938, a pesar de los elogios de la crítica del momento, las joyas cayeron en el olvido y hasta 1959, en la Exposición Conmemorativa XXX Anivesario de la Escuela Massana Conservatorio Municipal de Artes Sunturarias, no tomaron una proyección internacional. Desde el punto de vista estético, los broches abrieron una fractura en los cánones establecidos.

De retorno a Barcelona en 1939, Capdevila inicia la recuperación del taller familiar maltrecho por los años del conflicto civil y asumió la dirección artística. Las rosas, flores de nieve, claveles realizados en memoria del país vecino, muestran una extrema exquisitez y un elevado conocimiento del oficio. Alternó el afán renovador de la etapa floral con el tanteo y la observación de nuevos materiales: piedras de playa, pequeñas maderas, conchas, claros de luna… elementos naturales que, con una mínima manipulación, adquirían una extraordinaria belleza que implicó, a su vez, una variación formal y la utilización de nuevas técnicas de trabajo.

La joyería de Manuel Capdevila era recibida con interés por la sociedad catalana.

Joyas únicas y personales, obradas con materiales austeros y de contenidos exultantes. El interés plástico superó al material. Un ensalzamiento de la joyería que situaría a Manuel Capdevila de una manera preeminente en la vanguardia de la joyería internacional con un postulado que transfirió a la orfebreria civil y también a la religiosa, en un trabajo delicado no exento de sobriedad.

A partir de 1947 realizó para el Monasterio de Montserrat importantes piezas de orfebrería. Eugeni d' Ors lo invitó en 1954 a colaborar en el XI Salón de los Onze, donde presentó la Corona de Santidad para al sacerdote polaco Maximiliano Kolbe, muerto en un campo de concentración. Una corona concebida con espiritualidad y ejecutada con los materiales que habrían podido encontrar los compañeros del campo de concentración donde era preso. Esta obra se ha convertido en un testimonio relevante de su postulado.

Fue el iniciador en 1959 de la aula abierta de joyería de la Escola Massana, desde donde impulso a sus alumnos a una profunda reflexión de nuevos planteamientos de la joyería contemporánea. Estableció contactos con la Kunst Werkschule de Pforzheim, pionera en los años 60 de la nueva joyería, una manifestación inicial de intercambio cultural entre los dos centros de pedagogía artística. Confirmaba la orientación de la joyería catalana a las nuevas corrientes europeas.

Su actividad profesional ha sido reconocida con distintos premios, medallas y distinciones honoríficas, desde 1967. Destacamos: en 1986 recibió la Creu de Sant Jordi otorgada por la Generalitat de Catalunya,. En 1993 fue elegido Acadèmic Honorífic de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, y 1999 le fue concedida la Medalla d’Or al Mèrit Artístic de l’Excel•lentíssim Ajuntament de Barcelona.

M. Àngels Canut
Historiadora del Arte