Casa Antoni Roger 1888 – 1890
Barcelona
La Casa Antoni Roger está situada en la calle Girona n. 20 de Barcelona, en el conocido barrio de los fabricantes, construida entre 1888 y 1890. Fue una de las primeras realizaciones del arquitecto Enric Sagnier i Villavecchia (Barcelona, 1858 – 1931).
La Casa Antoni Roger es un edificio de grandes dimensiones, forma parte del conjunto de casas urbanas de alquiler vecinal, entre medianeras que la alta burguesía se hacía construir en la zona baja de la derecha del ensanche.
El edificio fue proyectado según las necesidades de la época. Los espacios se determinaron por su funcionalidad: dos escaleras, salones y salas especificas, comedores, dormitorios y baños, diferenciando lo que podríamos llamar la zona de día y la zona de noche con el fin de dar una mayor comodidad y confort a las casas. Inicialmente tenía entresuelo y tres plantas. En una rehabilitación posterior, hecha por los arquitectos Josep Benedito y Jaume Llobet, se construyó una planta más, para adaptar esta casa de vecinos a un edificio oficial.
Actualmente en la Casa Antoni Roger se encuentra la sede de la Escola Pública de Catalunya y el Institut Català de la Mediterrània d' Estudio i Cooperació. La fachada del edificio, no se vio alterada por esta rehabilitación.
En la fachada observamos como Enric Sagnier alternó elementos clásicos y medievales, columnas de tipo jónico y una gran greca de coronamiento almenado renacentista.
La parte central del edificio, es decir, la fachada del chaflán, es la más importante, donde incluyó más elementos decorativos y donde situó los balcones principales, las ventanas y la puerta de entrada que conduce a un amplio vestíbulo con la gran escalera noble de piedra.
En el lado izquierdo de la fachada hay un bajorrelieve del Cercle Artístic dedicado a la memoria de Enric Granados y su esposa.
El resultado final de la combinación de todos estos elementos es una fachada absolutamente simétrica donde la proporción de aperturas y macizos es perfecta. El tratamiento de las aristas de los chaflanes está muy bien resuelta, aunque da una excesiva importancia a las almenas.
En esta edificación Sagnier empleó el hierro, el ladrillo y el estucado tipo petro para la fachada. En la puerta de acceso de la calle hay un estucado acolchado para dar más importancia a la puerta. Los balcones del chaflán tienen un gran protagonismo.
La barandilla es de piedra calada y las puertas están coronadas con lo que en su momento debería ser el escudo de la familia Roger, hoy inexistente, en las orlas del adorno del escudo están reproducidas las iniciales A.R.
En la parte superior del edificio está la barandilla de pilares que son una prolongación de los pilares de la fachada del chaflán. En las fachadas que dan a las calles Girona y Ausiàs March los pilares han sido sustituidos por bloques de piedra. Tanto los pilares como los bloques de piedras se alternan con una barandilla de hierro forjado. Hay que remarcar los importantes aleros que le dan un aire de monumentalidad al edificio.
En la fachada del chaflán hay una especie de rosetón de piedra, que cumple la función de aislante y de cámara de ventilación, este edificio, sólo ventila por el chaflán, pues en las calles Girona y Ausiàs March cambia la decoración de este tipo de rosetón por una greca muy importante que da ritmo al edificio.
M. Ángels Canut Canut
Historiadora del Arte